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Los avances propios de la sociedad, acelerados por la irrupción de las nuevas tecnologías, han provocado cambios de hábitos en las personas. Aunque esto ocurre en todos los ámbitos y disciplinas habidos y por haber, nos centraremos en el modo de felicitar la Navidad. Ahora que aún tenemos recientes estas fechas, nos parece oportuno revisar cómo y cuánto hemos cambiado al respecto.

Felicitacion_Navidad

Felicitacion de Navidad de Roldós – 1963

Aunque para algunos no significan nada, para otros son días muy especiales. Es precisamente este segundo grupo quien dedica más empeño en transmitir a sus seres queridos los mejores deseos para estas fechas y para el nuevo año. Antiguamente se hacía mediante el envío de postales navideñas. En ocasiones eran la única herramienta existente para felicitar las fiestas a aquellos que estaban lejos y, otras veces, era un elemento redundante para llegar a las personas con las que sí había un contacto diario y, por tanto, ya se había felicitado previamente en persona. En estos casos, la estima hacia el prójimo se comunicaba reiterativamente.

A día de hoy, la mayoría de nosotros seguimos recibiendo felicitaciones de Navidad. Eso no ha cambiado. Lo que sí se ha visto completamente alterado es el modo de hacerlo; se ha suprimido el correo postal (qué gran pérdida para Correos). Y es una lástima porque ya no tenemos con qué re-adornar los árboles de navidad, ni el recibidor de las casas. Esas magníficas postales (en su mayoría de formato díptico) se han cambiado por correos electrónicos con imágenes, textos, vídeos o links.

Felicitacion de Navidad de Roldós – 1968

Y este cambio no sólo ha afectado a las personas de a pie, sino también, y muy especialmente, a las empresas. Atentas siempre a cualquier tendencia, las compañías han sabido utilizar esta herramienta de comunicación para afianzar las relaciones para con sus clientes y proveedores. Era un gesto que implicaba sentimiento, que se realizaba de forma personalizada y que a todos gustaba recibir. Ahora, aunque las felicitaciones siguen siendo “personalizadas” (cuyo envío es gestionado por aplicaciones informáticas) ha adquirido el olor propio de la tecnología, un olor frío y oscuro que poco tiene que ver con estas fechas (cada vez más calurosas, por otro lado). Sin embargo, en el caso de las compañías, nos atreveríamos a decir que este cambio se debe a otro factor. No es simplemente una cuestión de evolución, sino también de imagen. Se trata de reducir costes, se trata de ser sostenibles, se trata estar comprometidos… en definitiva, de transmitir una imagen de sensibilidad hacia el entorno para que los públicos externos e internos tengan una buena percepción de la empresa.

Felicitacion_Navidad_1989

Felicitacion de Navidad de Roldós – 1989

Pero como todos sabemos, las modas son cíclicas, lo que hace pensar que quizás un día nos cansemos de ser modernos. Será entonces cuando volvamos al papel y a felicitarnos las fiestas con hermosas postales navideñas. Por si acaso, nosotros guardamos algunos sellos y algo de espacio en el escritorio.
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Aquí podéis ver la felicitación de Roldós para este 2013.