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Esta semana, nos parece oportuno dedicar el post íntegramente a una única acción, algo poco habitual en nuestro blog como sabréis los lectores más fieles. El caso es que, sin manifestar nuestra postura al respecto, no podemos obviar lo que está sucediendo en nuestro país. Con la que está cayendo estos días, era inevitable que la Publicidad no se hiciera eco de todo este asunto. ¡Con lo que somos nosotros para estas cosas! Pues bien, así ha sido, y esta opinión no se ha hecho esperar, la Publicidad ha querido salir a la calle para alzar su voz y hacer lo que mejor sabe hacer: comunicar. Hace unos días «en el balcón de la sede de Sra. Rushmore se desplegó una pancarta con un único lema: Parlem?. La agencia compartió esta iniciativa en redes sociales señalando que era un mensaje «desde Madrid a Catalunya». Horas después, en la fachada de la sede de SCPF en Barcelona se colgaba una pancarta en la que se respondía a la invitación de Madrid, con el lema Hablemos, en castellano”.

Fuente: Anuncios 

Una vez más, la Publicidad hace eco de varias cuestiones que marcan su fisonomía y la de los profesionales que a ella se dedican y que nos parece oportuno reiterar. En ocasiones, la obviedad nos conduce a olvidar algunos aspectos fundamentales o, cuanto menos, a no prestarles la suficiente atención. No está de más refrescarlos:

  • La inevitable vinculación de la Publicidad con la realidad. Es evidente que todos los ámbitos de la vida interfieren sobre la publicidad y, a la inversa, ésta actúa sobre todas las cuestiones. Por tanto, todo publicitario debe estar informado de cuanto sucede, le guste o no. Economía, política, cultura o deportes… nada debe quedar al margen.
  • La inevitable renovación continua de la profesión. La publicidad debe ser capaz de sorprender constantemente, por mucho que pasen (y pesen) los años. Aquello del “todo está inventado” es la excusa perfecta para alimentar a la pereza. El ejemplo que hoy vemos, demuestra que, por suerte, estamos muy lejos de haberlo descubierto todo. Y esto es aplicable tanto para el contenido como para el continente. Porque no es lo mismo una lona en una fachada cualquiera contratada por los vecinos que pretenden abaratar esa inoportuna derrama, que utilizar la sencilla pancarta que vemos en la imagen superior. No, igual, aun siendo lo mismo.
  • La simplicidad: efectivamente, una imagen vale más que mil palabras. Y una palabra bien empleada, también. En esta ocasión, un simple “Parlem?” utilizado en dos lenguas diferentes, lleva implícita una carga semántica importantísima, representa mucha más información que millones de caracteres juntos.

Fuente: El Confidencial 

Porque sí: la publicidad funciona. La publicidad es eficaz y la publicidad es necesaria. Desde Roldós, a pesar de no habernos hecho cargo de la planificación, queremos dar la enhorabuena a los autores de tan brillante acción.