Hace justo 10 años nos hacíamos eco del cierre del Deulofeu, la mítica camisería de la plaza de Sant Jaume, y de El Indio, la tienda de tejidos ubicada en la calle del Carme, 24. En el post del 15 de octubre de 2014 expresábamos nuestro pesar ante el cierre de tantos y tantos establecimientos emblemáticos que con su simple existencia han marcado la vida de barceloneses y turistas, lugares únicos que han ido desapareciendo sin dejar más recuerdo que viejas fotografías y muchas anécdotas que por el devenir natural de quienes las protagonizaron, pronto dejarán de ser contadas. Locales con historia y con muchas historias.
En esta ocasión es el Corte Inglés de Portal de l’Àngel el que ha echado el cierre este pasado mes de agosto. El edificio que todavía alberga los grandes almacenes abrió en 1995 y, a pesar de estar en una de las calles más transitadas de la ciudad y de ser la segunda calle comercial más cara de la capital catalana -después del Passeig de Gràcia-, siempre ha quedado eclipsado por el El Corte Inglés de plaza de Cataluña, a escasos metros.
Fuente: https://www.distribucionactualidad.com/baja-persiana-el-corte-ingles-portal-de-langel-de-barcelona/
Su cierre pone punto y final a otra etapa de las muchas que ha tenido este edificio. Can Jorba, estuvo allí desde 1926, coincidiendo con el auge que vivió España en la apertura de grandes almacenes y galerías, hasta 1963. Las entrañables Galerías Preciados, se instalaron en este edificio desde 1963 hasta 1995, fecha en que El Corte Inglés se hacía con él para disponer, con toda amplitud, artículos de deporte, tecnología y otros complementos. Y lo hizo a sus anchas hasta que se ha visto obligada a tomar esta drástica decisión.
Fuente: lavanguardia.com
A nosotros, como empresa catalana, familiar, centenaria y publicitaria, nos pesa. Y nos pesa por varios motivos. El primero, por su antigüedad. Para una ciudad es o debería ser triste ver cómo su fisonomía va cambiando y con ella, su identidad. Evidentemente, cualquier ciudad se debe a sus ciudadanos y, por tanto, se ve obligada a evolucionar al tiempo que cambia su gente. Pero la esencia debería quedar intacta. El segundo motivo, por proximidad física. La vinculación de Roldós Media con el centro de la ciudad se remonta al siglo XIX, cuando Rafael Roldós fundó esta agencia. Escudellers, Rambla de Canaletes, Vergara… las calles más céntricas de la ciudad Condal nos han acogido siempre con los brazos abiertos para que pudiéramos desarrollar nuestra actividad. Y nuestros queridos vecinos han acabado convirtiéndose siempre en nuestros mejores clientes, como es el caso de los almacenes Jorba, por lo que el vínculo emocional de cuanto acontece en estos rincones góticos, aún nos conmociona. Y, finalmente, porque estas empresas tan antiguas han jugado un papel muy importante en el mundo de la publicidad en tanto que han sido protagonistas y partícipes del desarrollo de la actividad publicitaria. Algunos, incluso, han sido responsables de su nacimiento.
En cualquier caso, y como apuntábamos hace algunos años, ya sea por la expiración del plazo máximo de la ley concedida para extinguir los contratos de renta antigua, por una mala gestión del negocio, por la obsolescencia de determinadas actividades, o por los motivos que sean, muchos de estos comerciantes centenarios están desapareciendo. Esto no afecta sólo al comercio; lo mismo sucede con las empresas de servicios. Y, en tanto que desaparecen, la ciudad de Barcelona pierde un poco de su historia. En Roldós Media seguiremos luchando para que la historia de la ciudad nunca deje de tener historia.
Carolina Serra