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Señores anunciantes: escuchen, es tiempo de festivales

De un tiempo a esta parte, la llegada del verano representa, además de grados, kilos y helados, música. Los festivales musicales se han situado a la cabeza de las actividades más deseadas en estos largos y soleados días veraniegos. Los días de vacaciones propician a la diversión, y si hasta ahora las discotecas y las carpas al aire libre eran las mejores opciones para resolver esta necesidad, ahora los conciertos y los festivales han tomado el relevo. Y la oferta es infinita: los hay para todos los públicos, durante diferentes fechas, con estilos de música variados, en entornos tanto urbanos como rurales, de muy distinto formato, de carácter nacional e internacional… Para todos los gustos, vamos.

Desde el punto de vista de una agencia de medios como es Roldós Publicidad, siempre atenta a las posibilidades anunciadoras que ofrece cualquier actividad susceptible de convertirse en medios y/o soportes publicitarios que ofertar a sus clientes, estos eventos representan un fenómeno digno de ser analizado. Realmente, el público objetivo de los festivales está cada vez más definido. Existe un gran número de herramientas que nos aportan una valiosísima información de cada uno de los individuos que decide invertir unas cuantas horas de su tiempo de ocio y una parte de su dinero a escuchar música.

Estos mecanismos de control los encontramos en, por ejemplo, las App de cada festival, que recogen datos sobre la usabilidad, el dispositivo desde donde se navega, cuál es la sección o la información más consultada, etc. Asimismo, la obligatoriedad, en muchos casos, de registrarse para poder realizar la compra de las entradas y abonos permite recopilar una importantísima base de datos gracias a la cual se establecerán posteriores comunicaciones, algo muy útil no solo para establecer un diálogo con el público objetivo sino para medir su respuesta a cada información (promociones, encuestas, ofertas, etc.) que se transmite.

Por otro lado, la participación de los usuarios en las redes sociales también permite obtener valiosísimos datos cualitativos y cuantitativos de los usuarios. Por su parte, y ya en el recinto del festival, los chips que integran las entradas –diseñadas a modo de pulseras– permiten medir y registrar minuto a minuto las entradas y las salidas de los asistentes y el gasto que cada uno de ellos realiza en el recinto.

Efectivamente, cada festival está orientado a un público determinado que tiene algo en común: su pasión por una determinada música. Seguramente, si se toman en cuenta todos los datos obtenidos mencionados en el párrafo anterior, se puede trazar un retrato robot de cada uno de los asistentes (una información muy valiosa para la toma de decisiones futuras) y ver cómo, este grupo homogéneo está integrado por varios subgrupos, uno de los cuales puede ser determinante para una marca concreta. Por tanto, las posibilidades son muchas; existe un público potencial primario, y otro/os secundario/os. Y este público secundario puede resultar, a su vez, muy interesante para captar y fidelizar a quienes, en un futuro, puedan acabar ocupando el primer puesto en el punto de mira de los anunciantes.

Hace un tiempo, leíamos un post muy interesante acerca de este asunto: “Festivales de música: escenario ideal entre marcas y millennials”. En este caso, se refería a la vinculación de los festivales con los millenials. En Roldós, en cambio, pensamos en un público muchísimo más amplio, al fin y al cabo, en esta oferta anunciador ilimitada que comentaremos a continuación, pensamos en todas las generaciones que dedican unas horas a asistir a festivales. Se ha demostrado que, del mismo modo que la música no tiene edad, los festivales, tampoco.

En este sentido, uno de los grandes aspectos que debemos destacar es la gran posibilidad de opciones publicitarias que presentan estos eventos. Sí, no nos engañemos. La presencia de nuestras las marcas de nuestros clientes se puede manifestar de muchas maneras diferentes y en distintos espacios, y las podemos vincular a un único concierto o al festival en su totalidad. Asimismo, las acciones comunicativas que se pueden llevar a cabo ante un público tan predispuesto a pasarlo bien, son, sencillamente, infinitas. Y es que esta es otra de las cuestiones a considerar: el anunciante tiene a su disposición a un público predispuesto a escuchar. El único condicionante, entonar correctamente.

En Roldós tenemos las claves para hacerlo. Si quieres que tu marca tenga presencia en festivales y otros eventos de masas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos a lograr la notoriedad que estás buscando para tu proyecto.

IZAL, Splau y Roldós desafían a un viernes 13

En toda la historia del blog de Roldós, este es el primer post que dedicamos a un concierto. Quizás hasta ahora no teníamos motivo para ello, o quizás sea una cuestión de casualidad. En cualquier caso, ahora podemos hacerlo; no solo tenemos razones, sino que tenemos muchas cosas interesantes que cantar. Digo, contar.

Como tantas otras agencias de medios, en Roldós somos muy conscientes de que debemos buscar nuevas fórmulas para dar servicio a nuestros clientes; lo que esperan de nosotros es que les proporcionemos medios publicitarios alternativos que les permitan contactar con sus respectivos clientes, con hábitos cambiantes y particulares formas de entretenimiento.

En el caso que nos ocupa, esto se materializa en la unión de dos poderosas industrias: la musical y la publicitaria. Así, si algunos agentes están “hundidos” por la caída de las ventas de discos – cada vez más preocupante –, otros no dejan de celebrarlo. Los conciertos han pasado a adquirir un papel cada vez más importante en la carrera de los artistas; un concierto en cada capital ya no basta, sino que las giras se han vuelto infinitas. Ante este nuevo escenario, el negocio publicitario debe saber escuchar atentamente y apostar por técnicas como el patrocinio.

Y esto es lo que Roldós hizo el pasado viernes: de la mano de EuropaFM y junto con Splau, tuvimos la gran oportunidad de patrocinar el showcase que IZAL, uno de los grupos revelación del momento en nuestro país, ofreció en la Sala Salamandra de l’Hospitalet. Como dicen nuestros colegas de Europa FM, ¡los fans de IZAL estuvieron de enhorabuena!”.

De esta experiencia hemos sacado dos conclusiones. La primera, que se trata de una oportunidad única, como sucede con el cine, de llegar a nuestro público objetivo. Nos encontramos ante un grupo de personas que, de manera voluntaria, se reúne en un espacio cerrado con el propósito de disfrutar de un espectáculo. Unas condiciones de impacto inmejorables.

La segunda conclusión, va relacionada con la imagen que proyecta el cliente que patrocina. Vincular una marca a un evento de este tipo comunica, y mucho. Se trata de un formato que permite conocer a los artistas o grupos en estado puro. Y eso es posible gracias a ese patrocinio. Porque, ¿qué es un showcase? Su traducción sería algo así como vitrina, escaparate o vidriera, y viene a ser un concierto exclusivo de pequeño formato, con un aforo máximo de 400 personas, donde el grupo en cuestión presenta un concierto acústico. Y… ¿cuáles son las ventajas?

Principalmente, tres. La primera, el precio: representa casi el mismo presupuesto que el de una campaña convencional de, por ejemplo, la emisión de varias cuñas radiofónicas. La segunda, la difusión: los días previos y posteriores al evento, hay mucha difusión a través de cuñas radiofónicas que promocionan el concierto, mención en redes sociales, etc. La tercera ventaja es la presencia de la marca en materiales alternativos: invitaciones, photocall del evento, stand propio, etc.

Así que, si estás interesado en este u otro tipo de eventos, no dudes en contactar con Roldós. A los supersticiosos, decirles que ni un viernes 13 pudo con IZAL. El evento se tradujo en un “aforo completo”.

Los festivales musicales en los planes de medios

En España, la llegada del buen tiempo supone la proliferación de festivales musicales. El buen tiempo, las horas de sol, las jornadas intensivas de los más afortunados, el olor a vacaciones cercanas, etc. son algunos de los motivos que arrastra a los ciudadanos a decantarse por esta opción en su tiempo de ocio.

Según Wikipedia ‘un festival de música es un tipo de festival o evento social que trata de aglutinar una gran cantidad de conciertos de música durante varios días y generalmente del mismo género musical, de este modo los asistentes al festival pueden pasar varios días disfrutando de música en directo‘.

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Sin embargo, un festival musical puede ser mucho más que un simple espacio donde se puede ir a escuchar música y algunos optan por participar en las actividades paralelas que se puedan realizar. Es un acontecimiento realmente interesante para muchas industrias, como por ejemplo, la publicitaria. En este sentido, las dos principales ventajas de los festivales musicales son:

  • Por lo general, congregan a un gran número de personas con gustos y aficiones similares. Desde la óptica publicitaria, esto significa alcanzar un altísimo porcentaje de afinidad con respecto a un producto o marca. Así, un anunciante puede realizar una acción, patrocinio o cualquier otra variante, que le permita llegar a su target y podrá hacerlo, posiblemente, sin intrusismos.
  • Esto nos conduce a la segunda gran ventaja de los festivales. Permiten la participación de casi cualquier anunciante. Y es que, no por el hecho de tratarse de un evento musical las marcas tienen que estar vinculadas a música, alcohol u ocio. Los allí presentes, como el resto de humanos, comen, duermen, trabajan, se trasladan y se visten. Y ahí es donde reside el ingenio de los anunciantes, de las agencias de publicidad, y de las agencias de medios (cuya función, en la mayoría de los casos, trasciende a la planificación de medios), en saber ver la idoneidad de los diferentes acontecimientos para cada caso.

Lo mejor de los festivales es que la oferta es ilimitada. En España, por ejemplo, hay tantos como ciudades (y más), y de todo tipo de dimensiones y tipologías, lo que se traduce en infinitas opciones para los anunciantes. Se nos ocurre el festival que tendrá lugar en breve: el Sinsal Son Estrella Galicia, uno de los más singulares de Europa por celebrarse en una isla, la de San Simón (en la Ría de Vigo) y donde el público no conoce el cartel hasta que llega a la isla. Casos como este son una gran oportunidad para que anunciantes y clientes charlen amigablemente y estén en sintonía. Y en Roldós sabemos cómo hacerlo.

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