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Hay vallas que llaman la atención. No lo decimos por decir, en los medios del sector las enseñan como casos de éxito únicos. Ejemplos hay muchos, pero por mostrar un par…

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Si cosas así impactan, en general, mucho más que una valla convencional… ¿por qué no arriesgamos y nos lanzamos a este tipo de diseños? Aunque si el resultado es mejor… ¿realmente arriesgaríamos?

Razones habrá unas cuantas, vamos a ver aquí algunas para ver donde está el origen, quién es el que “corta las alas” a la creatividad.

La primera es la más obvia y contra la que no hay discusión alguna. “No es necesario, mi mensaje se transmite perfectamente, incluso mejor, en una valla normal y corriente”. Ante esto no hay discusión alguna, si se está convencido de algo que funciona, mejor no tocarlo.

Otro posible tema que no da mucha tregua es el legal. Es muy probable que en medio de una ciudad no nos dejen poner un coche estampado contra una valla. Nada que decir al respecto… o si, porque vallas hay muchas en muchos lados.

Luego está la temida monotonía, llevar 20 años diseñando la misma valla con pequeñas modificaciones, y no tener ganas para nada más. Aquí sí, nuestro veredicto es claro: ERROR. Aunque obviamente es más fácil copiar el diseño del año pasado, la pereza no puede ser excusa de vallas chulas (ni de nada en general) así que por mucha dinámica que se haya cogido, siempre se puede romper.

A simple vista el presupuesto puede ser otra barrera, pero no hace falta crear una boca de dinosaurio en tamaño real para llamar la atención. Hay vallas minimalistas que harán girarse a más de uno invirtiendo lo mismo que en un diseño convencional.

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Además, un punto extra de este tipo de vallas (a veces pasa de extra a principal) es que no solo la ven los viandantes, sino que se pueden hacer virales y ser mostradas en webs del sector o incluso compartirse en redes sociales.

En definitiva, si os apetece innovar con vuestra publicidad exterior, en Roldós Media estaremos encantados de ayudaros. Y no os preocupéis, que la ubicación de la valla será la mejor, con o sin diseño rompedor.

Ignacio Casasnovas, Departamento Digital