Seleccionar página

El motivo más habitual que lleva al usuario a instalar un plugin bloqueador de la publicidad en su navegador es evitar la publicidad intrusiva en formatos molestos que ocultan la página que el usuario quiere visitar, o saltarse la publicidad pre-roll que se muestra antes de algunos vídeos.

Sin embargo, también hay otros argumentos, como navegar más rápido y descargando menos datos. El periodista Frédéric Filloux, uno de los fundadores de 20 Minutos, midió en su blog los megas que un usuario podía ahorrarse ejecutando los principales portales web con un bloqueador de anuncios: un 20% en Huffington Post, un 57% en BuzzFeed y nada menos que un 70% en The Guardian.

Durante los últimos años el uso de bloqueadores de publicidad se ha disparado. Según un estudio de PageFair, en junio de este año 198 millones de usuarios en todo el mundo tenían instalado este tipo de software. Las pérdidas para los editores se estiman entre un 20% y un 40%, por eso esta empresa ha decidido ofrecerse como intermediario, calculando a sus clientes qué perjuicio les causan los bloqueadores y ayudándoles a mostrar publicidad alternativa.

Ante esta situación, los medios tienen distintas opciones. Las soluciones más optimistas consisten en experimentar por nuevas formas de publicidad que superen todos los límites impuestos por los usuarios: tanto el bloqueo mediante software como la falta de atención u omisión visual de los anuncios. La conciliación también es posible, ya que los principales bloqueadores como AdBlock Plus permiten a los editores negociar la inclusión de sus páginas en listas blancas, siempre y cuando respeten unos estándares de publicidad no intrusiva, y previo pago de una tarifa.

Desde una perspectiva más pesimista, algunos medios han decidido jugar al gato y al ratón y denegar el acceso a sus contenidos a aquellos usuarios que tienen instalados estos bloqueadores. El usuario debe entonces añadir la página a su lista blanca para acceder a la información, recibiendo la publicidad. Otros medios han decido afinar más la estrategia y redirigir a los usuarios con bloqueador a su página de subscripción de pago: pasando por caja, podrán visitar sus contenidos sin anuncios.

El terreno de la web móvil – especialmente complicado para la incrustación de publicidad, por el tamaño de la pantalla y la necesidad de adaptar los contenidos a la misma con un diseño responsive – estaba hasta ahora bastante libre del uso de estos bloqueadores, pero con la llegada de iOS 9 a los dispositivos Apple, la compañía de la manzana ha abierto la puerta a este software, que ya existía para terminales Android.

En medio de esta situación convulsa, aún hay lugar para las anécdotas: Marco Arment, creador de Peace, aplicación para iOS que bloqueaba la publicidad, ha retirado el programa de la App Store sólo unos días después de su lanzamiento, arrepentido por el grave perjuicio creado a los editores y ofreciendo un reembolso a los usuarios que pagaron por ella.

Sus palabras no tienen desperdicio: “El logro de este gran éxito no me hace sentir bien. Los bloqueadores de anuncios vienen con un asterisco importante: mientras benefician a mucha gente, también dañan a otras personas, incluyendo a muchos que no merecen el golpe”.

Si deseas saber más sobre bloqueadores de anuncios en internet, no dudes en contactarnos.