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Seguro que muchos de nuestros lectores conocen perfectamente lo que son los escape rooms o juegos de escapismo: una nueva forma de ocio en la que un grupo de personas, normalmente formado entre 2 y 6 integrantes, acceden voluntariamente a un espacio cerrado con un objetivo, salir de él antes de un tiempo limitado, que suele ser de una hora. Para salir, los jugadores deberán resolver una serie de juegos y pruebas de ingenio que les llevarán de una pista a otra, hasta lograr salir del juego.

Este tipo de juegos se ha popularizado muchísimo a lo largo de los últimos años, sobretodo en las grandes ciudades, donde existe una oferta enorme de variedades y temáticas de juego, cada cuál con sus particularidades. Uno de los secretos del éxito de estos juegos ha sido la posibilidad de disfrutar de una experiencia intensa, presencial y colectiva, en un momento en el que muchas de nuestras actividades de ocio son de consumo individual y se desarrollan frente a una pantalla.

Es bien sabido que el sector publicitario siempre tiene la mirada puesta en las modas y las tendencias, por lo que era difícil que una forma de ocio tan centrada en la experiencia fuera pasada por alto por el sector. Como no podía ser de otra forma, algunas marcas han empezado a utilizar los escape rooms de distintas formas como plataforma publicitaria para sus productos y servicios.

Hace unas semanas, en una estación de trenes de la ciudad holandesa de Utrech, pudimos ver un juego de escape montado temporalmente – al más puro estilo pop-up store, de las que hablamos en este artículo – para promocionar un espectáculo musical basado en El guardaespaldas.

Las personas que se acercaban al stand podían participar en el juego propuesto, de una duración limitada (4 minutos) y optar a conseguir premios como descuentos o incluso unas entradas gratuitas para el espectáculo. Todo ello, claro está, con una tematización y una historia muy cercanas a las del musical, es decir, ofreciendo al público una experiencia transmedia y un tiempo de contacto inmersivo prolongado y de calidad del público con el universo del producto anunciado.

También en España hemos podido ver ejemplos de este uso publicitario de los juegos de escape. Sin ir más lejos, aprovechando la festividad del Día del Padre el centro comercial Baricentro acogió una mini sala de escape orientada a ser jugada en familia. Entre todos los grupos que participaron a lo largo del día se sortearon dos bonos para acudir a Escapem, una sala de mayor envergadura ubicada en Sabadell.

Otra experiencia cercana ha sido la de la marca de cosméticos Rimmel London, que invitó a la célebre Dulceida y a otras influencers de moda a someterse a su propio juego de escape, una experiencia llamada «Scandal Challenge» y ambientada en una historia de terror. En el caso de esta campaña, el público objetivo no participaba directamente en el juego sino que pudo ser testigo del desarrollo del mismo desde el punto de vista de la experiencia de sus youtubers de referencia.

Desde Roldós Publicidad seguiremos de cerca esta nueva forma de establecer contactos publicitarios mediante el juego y la participación activa de nuestros públicos. Si tienes una idea y quieres que te ayudemos a llevarla a cabo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.